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La felicidad es, por supuesto, increíblemente espiritual y personal, pero también es química. Existe una ciencia sólida que define nuestras habilidades para sentir diferentes niveles de satisfacción y júbilo. Creemos que todos deberíamos tener acceso a este conocimiento para ser más feliz. Al comprender cómo activar nuestros químicos de la felicidad, podemos tomar el control de nuestro estado de ánimo para ser más felices.
Nuestro cuerpo funciona con muchas hormonas y se mantiene en un equilibrio increíblemente complejo. Sin embargo, hay cuatro sustancias químicas principales, el cuarteto de la felicidad, relacionadas con el mejoramiento del estado de ánimo, y es lo que queremos controlar a lo largo de nuestra vida diaria.
Las endorfinas son nuestros analgésicos incorporados. Son una sustancia química activa, provocada por la actividad o estímulos placenteros externos, también conocidos como "circuitos de recompensa", como comer chocolate, reírse mucho u oler un aroma agradable a nuestro sentido. Son más biodisponibles a partir del ejercicio, por lo que realizar un HIIT rápido, una caminata enérgica, algo de yoga o incluso solo cinco minutos de saltar la cuerda puede provocar una elevación de endorfinas.
La serotonina es tanto una hormona como un neurotransmisor, lo que significa que ayuda a regular nuestros nervios dentro de muchos de nuestros sistemas que contribuyen a nuestro estado de ánimo. Ayuda con el sueño, la digestión, el apetito, la memoria y nuestra capacidad para adquirir nuevas habilidades e información. Este es el que ayuda a mantener a raya la depresión y la ansiedad, razón por la cual se usa tan comúnmente en psiquiatría y neurología.
Obtener un poco de luz solar, caminar en la naturaleza, caminar o correr a paso ligero e incluso los ejercicios de meditación y respiración pueden darnos un impulso muy necesario.
La dopamina es un neurotransmisor que también está relacionado con la recompensa. Es por eso que el ejercicio lo activa, puede considerarse adictivo. El cerebro lo libera cuando llamamos la atención que deseamos, comemos nuestras comidas favoritas u obtenemos cualquier otra sensación de placer. Se sabe que mejora el estado de ánimo y la motivación, mantiene nuestra atención y regula el movimiento, nuestro potencial para aprender y nuestra capacidad para expresar emociones.
La dopamina es fantástica, pero tenemos que estar sanos sobre cómo elegimos recibirla. Es fácil caer en la trampa de buscar me gusta en Instagram, o tomar otra copa de vino o pastel de chocolate; es importante encontrar recompensas saludables y mantener todo con moderación. Es genial permitirnos el golpe de dopamina de una tarea completada o un ritual de cuidado personal. Y sí… a veces, come el pastel.
La oxitocina tiene que ver con el amor, cariño. Acceda a esta hormona de la felicidad acurrucándose junto a su mascota, sonriéndole a un bebé, tomándose de la mano con un ser querido o abrazados largos. Es una hormona de unión, lo que significa que la sentimos más cuando forjamos una conexión profunda con alguien o algo. Nos hace maternos y cariñosos y enriquece nuestros lazos mutuos. ¿Qué estas esperando? ¡Ve a abrazar a alguien!