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La espirulina es el nombre que se le da al alga verde azuladas de la familia de las espirulinaceae, donde destacan las especies S. maxima y S. platensis, que crece en aguas alcalinas con alto contenido de sal muy mineralizadas a determinada temperatura donde se dificulta el crecimiento de microorganismos dañinos. Aunque la espirulina se puede encontrar de manera silvestre, su cultivo garantiza un mejor control y una mayor calidad nutricional.
El consumo de espirulina actualmente tiene un carácter novedoso sin embargo lo interesante es que ha sido parte de la alimentación desde al menos el siglo XVI, en población Chad en África y también en regiones de México ya que hay evidencia de que la espirulina fue cultivada y comercializada por los aztecas.
Actualmente conocida como un “Súper Alimento” la espirulina es un producto alimenticio rico en nutrientes y en varios compuestos bioactivos, donde el ingrediente que más destaca se llama ficocianobilina, que constituye aproximadamente el 1% de la espirulina, este compuesto imita a la bilirrubina del cuerpo proporcionando potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios. además.
La espirulina se usa a menudo como una fuente vegana de proteínas y vitaminas ya que contiene entre un 60–77% de proteínas (la variación depende de las especies de espirulina y las condiciones de crecimiento, por ejemplo, que sea cultivo o silvestre).
El contenido de proteína es de una calidad relativamente alta para una proteína de origen vegetal, con un valor biológico del 75% y una digestibilidad del 83%. Además de proporcionar micronutrientes como hierro, calcio, magnesio, zinc, manganeso y cobre, así como de varios carotenoides, incluida la zeaxantina, β-caroteno y clorofila.
El consumo de espirulina se correlaciona positivamente con el estado de la vitamina A en mujeres y su β-caroteno parece ser dos veces más biodisponible que el encontrado en las espinacas.
La evidencia sugiere que la espirulina puede mejorar el metabolismo de lípidos (grasa) en sangre y la glucosa, al tiempo que reduce la grasa del hígado y protege el corazón, sus beneficios también se extienden a la artritis y la inmunología.
Los estudios son muy prometedores en función cognitiva y salud cerebral. Con estos antecedentes la espirulina parece ser un antioxidante prometedor y un suplemento para apoyo de la salud, su elevado valor nutricional la ha convertido en un superalimento reconocido por las Naciones Unidas para combatir la malnutrición, además que incluso La NASA la ha incluido como un suplemento para sus astronautas desde 1988.
Es importante recordar que el consumo de productos alimenticios de algas como la espirulina es seguro, pero se debe consultar al médico o nutriólogo para una orientación y diagnóstico apropiado.
Por: Nutrióloga Teresita Martínez Gil
Bibliografía: