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¿Sabías que meditar es una de las herramientas más eficaces para la felicidad? Cada vez son más las personas que hacen un paréntesis en su rutina para tomar aire, relajar su mente y hacer consciencia del presente en el que vivimos.
Luchar por cultivar un presente beneficioso, tranquilo y feliz es lo que debemos hacer para sentirnos a gusto con nuestra vida y que, además, nuestra salud también se sienta beneficiada.
A continuación vamos a darte los pasos a seguir para que puedas meditar en casa por primera vez:
Intenta meditar en una habitación o estancia alejada del ruido para evitar distracciones. Apaga el móvil, la televisión y cultiva el silencio y la calma para poder meditar correctamente.
La meditación no debe hacerse como un trámite más de tu rutina. Tienes que hacerlo de forma plena y consciente, por eso, es importante que la hagas cuando tengas tiempo, no tengas prisa ni tengas en tu mente un listado con cosas pendientes por hacer. Un buen momento es, por ejemplo, antes de cenar, antes de dormir o a primera hora de la mañana. Son momentos de relax absoluto y tu cuerpo estará más predispuesto a relajarse.
Una vez ya tengas escogido el lugar y el momento, ahora tendrás que fijarte en la posición de tu cuerpo. La columna tiene que estar recta y tienes que sentirte cómodo durante toda la práctica. Puedes estar sentado en el suelo, en una silla o acostado, como más cómodo/a te sientas.
Es la mejor forma de conseguir concentrarte en tu interior y desconectar del día a día tu mente. Puedes empezar con unas respiraciones profundas para relajarte y, después, centrarte en la respiración de tu cuerpo.
Si quieres empezar a meditar nada mejor como poner música relajante de fondo, los sonidos te ayudarán a desconectarte y a relajarte al máximo. También puedes complementar poniendo alguna esencia, en el difusor Honeycomb de Guru Nanda®, añadiendo algún aceite esencial como puede ser, incienso, lavanda, canela. Estos pueden ayudarte a reconectar con la meditación cuando tu mente se vaya con un pensamiento (que seguro que pasará).
Ten en cuenta que, lo más natural, es que tu cerebro cree pensamientos y que, en ocasiones, te irás con alguno de ellos. Pero lo importante aquí es practicar la consciencia y, por eso, te recomendamos que, en cuanto veas que te has "escapado", vuelvas a recuperar el control y te centres, de nuevo, en la respiración.
Comienza con una meditación de 10 minutos y, poco a poco, podrás ir aumentando el tiempo. Lo ideal, según los monjes budistas, es dedicar 30 minutos a la meditación pero al principio este tiempo puede resultar excesivo. Es mucho mejor ir despacio e ir consiguiendo el control para, poco a poco, ir aumentando y mejorando tus capacidades.